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Sexta Convención (2003): Presidida por Elena Villeya

Para la VI Convención Empresarial la situación económica y social que se enfrentaba, ponía en posición difícil al sector empresarial y al país. Se hacía impostergable una reflexión profunda sobre la visión, el futuro y el papel del empresariado ante una realidad tan compleja.

Para esta ocasión la agenda temática en la Convención abordó: La Institucionalidad Política, la competitividad,  temas económicos, el Estado de Derecho y el Poder Judicial y fue realizada durante los días 4 y 5 de diciembre del 2003.

Como actividades de calentamiento se realizaron todos los aprestos para la convención. Se contrataron equipos especiales para ocuparse de la logística, así como equipos especializados en materia de relaciones públicas.

Se quería asegurar la presencia, por lo cual se realizaron encuentros regionales, con miras a motivar al empresariado de las provincias.

A continuación mostramos dos testimonios: la convocatoria al encuentro Regional de Barahona y el Discurso Inaugural de la presidenta del Conep en el de La Romana:

CONEP ANUNCIA 2DO. ENCUENTRO REGIONAL EN BARAHONA

El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) anunció que para hoy viernes 3 de octubre está pautado el 2do Encuentro Taller del empresariado en la región Sur dentro de la fase previa de la 6ta. Gran Convención Nacional del Empresariado, que se efectuará durante los días 4 y 5 de diciembre del corriente.

El encuentro empresarial de la región Sur que estará presidido por la Lic. Elena Viyella de Paliza, presidenta del Conep, se efectuará hoy viernes a partir de las 2:30 de la tarde,          en el Instituto Católico        Tecnológico de Barahona (ICATEBA),    en la ciudad de Barahona.

Durante la actividad regional       de consulta y debate        se cuenta con la participación de las principales organizaciones y agrupaciones empresariales de la zona sureña, y en su desarrollo se recabarán las distintas percepciones y opiniones del liderazgo empresarial de las diversas provincias que comprenden dicha región, así como los problemas que consideran deben ser encarados con prioridad para impulsar su desarrollo.

La VI Gran Convención Nacional del Empresariado será      celebrada los días 4 y 5 de diciembre del presente año en la ciudad capital, y concluirá con una agenda que recoge toda la documentación sectorial y regional allí presentada, así como las resoluciones adoptadas.

DISCURSO DE ELENA VIYELLA EN EL ENCUENTRO REGIONAL LA ROMANA CONVENCiÓN EMPRESARIAL (2003)

En los últimos diez años, habíamos logrado en el país una tasa de crecimiento del PIB superior al 6% anual, crecimiento que ocurrió dentro de un  marco  de estabilidad de precios y de estabilidad del tipo de cambio nominal. Sin embargo, el modelo de crecimiento adoptado tenía debilidades internas de importancia que comprometían su sostenibilidad.

Entre dichas debilidades se destacan la precariedad de las finanzas públicas por la expansión continua del gasto,      la apreciación en el tipo de  cambio, altas tasas de interés, déficit    crónico en la cuenta corriente de la balanza de pagos, bajo nivel de reservas internacionales, incremento de los pasivos en moneda extranjera tanto del sector productivo como del sistema financiero y debilidad  en los organismos de regulación y fiscalización bancaria.

Esa década de crecimiento económico tuvo lugar al tiempo que el país emprendía la formulación, discusión y puesta en vigencia de un ambicioso programa de reformas económicas y  estructurales,  tales como la reforma arancelaria, tributaria, seguridad social, financiera, inversión extranjera, laboral, carrera civil y reforma administrativa, introducción de la competencia en el campo de las telecomunicaciones y posterior establecimiento del marco regulador correspondiente, privatización de las empresas públicas, en particular las del  sector  eléctrico, entre        otras.

Muchas  de estas reformas, sin embargo, quedaron a media talla o su secuencia no fue correctamente diseñada.

Durante los dos últimos años el país enfrentó un shock externo de importancia, derivado de los acontecimientos del 11 de septiembre, los incrementos en los precios internacionales del petróleo y la disminución de los flujos de comercio con nuestros principales socios comerciales en razón del pobre desempeño de la mayoría de las economías de los países industrializados.

En adición a lo anterior, la economía nacional enfrenta en la actualidad fuertes desequilibrios internos, derivados fundamentalmente del manejo monetario utilizado para proteger a los depositantes de varias instituciones bancarias, con lo cual se ha creado un problema de tipo monetario y fiscal de magnitudes  nunca vistas en el país, y cuyas consecuencias repercutirán negativamente sobre la presente y futuras generaciones, afectando en mayor medida a los sectores de más bajos ingresos de la población.

La situación económica por la que actualmente atraviesa el país es ahora bastante compleja, difícil en su manejo y costosa en términos de las medidas que habrá que adoptar a fin de recuperar la estabilidad macroeconómica como    condición previa para retomar el sendero de un crecimiento sano y auto-sostenido.

Como resultado de la devaluación de nuestra moneda y del incremento de la deuda interna provocada por los rescates bancarios (bajo la forma de certificados del Banco Central), el conjunto de la deuda pública prácticamente se ha duplicado, pasando de un 25% en el 2002 a un 49% del PIB para finales del 2003,  lo que representa un fardo muy grande para el país y para las posibilidades reales de superar la gran deuda social acumulada.

Y el déficit cuasifiscal  conduce a una  apremiante necesidad de mayores ingresos fiscales, lo que ha inducido a las autoridades a acudir a tributos adicionales, en lo que se diseña, discute y pone en ejecución una nueva reforma tributaria. Con miras a superar los desequilibrios que enfrenta en la actualidad la economía dominicana, las autoridades del país concertaron con el Fondo  Monetario Internacional un programa de estabilización financiera de 24 meses, con  el objetivo de lograr recuperar la estabilidad macroeconómica y los senderos del crecimiento.

No sólo se acudió al FMI, sino que también se procuró la asistencia    financiera  del  Banco Mundial y del           Banco Interamericano de Desarrollo, quienes se habían comprometido aconceder al país facilidades de apoyo financiero  del orden de US$600 millones en un período de dos años,  recursos que serían destinados a proyectos en los sectores sociales, energía y financiero.

En el Conep, entendía como prioritario que se reanudara la vigencia del acuerdo con el Fondo Monetario Nacional, cuanto antes, y que se cumpliera con  el mismo una vez logremos.

El reciente anuncio del Banco  Central  trajo aliento. Asimismo, debemos concentrarnos en consensuar la Reforma Fiscal  Integral que requiere  el país, de manera que podamos llegar  a finales de año, con un horizonte claro sobre cuál va a ser el régimen fiscal que va a regir en el país en los próximos años.

Esto traerá certidumbre a la inversión, y enmarcando dicha reforma dentro de un marco de competitividad y productividad, y acompañándola de una reforma que promueva la eficiencia y la racionalización del gasto en el Estado, en el   2004, dentro de un  marco que promueva mayor inversión, mayores flujos de moneda dura para el país, y sobre todo, mayor inversión productiva que se traduzca en nuevas fuentes de generación de empleos, tan necesarios para mejorar la calidad de vida de la población.

En estos momentos además, entendemos importante que el Gobierno focalice su atención en mejorar la calidad del gasto, para que pueda ser más efectivo para mitigar los efectos de la crisis en las clases más necesitadas, que son precisamente las más afectadas por esta coyuntura. Ahora bien si creo que fundamentalmente nos está ocurriendo una cosa que es la que más me preocupa.

Como ciudadanos, la situación que vivimos nos ha hecho pasar del optimismo colectivo al pesimismo colectivo. Y  afirmo que en la medida en que prevalezca ese pesimismo, nos alejaremos de las soluciones.

Sin embargo, en la medida en que nos acerquemos al optimismo, en esa misma medida nos acercaremos como nación al éxito o al fracaso. Está pues en nosotros ser profetas de nuestro propio destino.

Hace ya mucho tiempo que los empresarios  no nos reunimos para definir que quisiera-mos que se haga con el país, cual es la ruta que queremos seguir como nación. Pocos sectores lo hacen, todos debiéramos hacerlo.

Es por  ello, y porque debemos cumplir con todo aquello que esté en los Estatutos del Conep, que hemos convocado a la Gran Convención Empresarial que celebraremos los días 4 y 5 del próximo mes de diciembre.

Este Encuentro Regional de hoy, se enmarca ya dentro delos trabajos previos a esa Co- vención. Ya estamos trabajando, cubriremos todas las áreas y sectores de la vida nacional, la política, la social, la económica entre otras y los documentos que estarán sujetos a discusión ya se están elaborando.

Será un foro empresarial abierto a la participación de todos los empresarios. Sabemos que hay políticos empresarios y empresarios políticos de una u otra facción, de todas las facciones, pero será un foro de intercambio de ideas donde se aceptarán y discutirán todas aquellas que sean democráticas, nacionalistas y bien intencionadas. Trabajaremos para traer ideas hacia el futuro y con la seguridad de que con ello lograremos un cambio en la actitud colectiva.

Esperamos que sea grande pues todos tenemos que creer en nuestro futuro, pero nos conformamos con que sea pequeño, mucho habremos logrado de cualquier manera. En la Convención, trabajaremos por paneles dedicados a   áreas específicas y al final preten- demos lograr un consenso lo más cerca de la unanimidad posible,  aunque de antemano sabemos que esto es prácticamente imposible, pretendemos sin embargo que haya muchas más sonrisas que truños y creemos poder lograrlo, cuanto mayor participación logremos.

Les invito pues a participar, serán bien recibidos el gran empresario, el mediano y especialmente el pequeño que es el  que mayor protección necesita del Estado de Derecho y de la ley.  Están formalmente invitados, incluyan ya su participación en sus agendas. Por ello hoy, más que dedicarme a continuar aquí hablando unilateralmente, quisiéramos escucharlos.

Para eso hemos venido hoy varios miembros del Comité Ejecutivo  del Conep y de muchas de las asociaciones que nos conforman. Queremos oír de ustedes cuales son las prioridades que entienden tienen que formar parte de esa agenda empresarial de desarrollo, cuales son las prioridades de esta zona, para que podamos incluirlas y discutirlas en los paneles de trabajo de la Convención y que posteriormente formen parte de la agenda empresarial que elaboraremos.

Muchísimas gracias.

Se contrataron a economistas, como los integrantes de ECOCARIBE, para que elaboraran documentos bases que permitieran la edificación de los participantes, el estudio más importante fue:

“AGENDA EMPRESARIAL PARA EL DESARROLLO” (Documento de trabajo), elaborado por esa firma para el Conep.

Este trabajo estuvo dividido en ocho partes:

  • i. El entorno macroeconómico
  • ii. Recuperación de la estabilidad macroeconómica del clima de inversiones
  • iii. Competitividad y apertura
  • iv. Política energética
  • v. Sostenibilidad de la seguridad social
  • vi. Fortalecimiento de la institucionalidad
  • vii. Pobreza y responsabilidad social de la empresa
  • viii. Flujos migratorios por su importancia, y porque sirvió de base para la discusión